¡Vamos a ello!
1. LA PROGRAMACIÓN ES EL LENGUAJE MÁS USADO.
No es el inglés, ni el chino mandarín, ni el español. El lenguaje más internacional es el de la programación. Es usado por, literalmente, miles de millones de máquinas.
Diréis, “sí, pero hay muchos lenguajes de programación.”
Pero en programación no existen las mismas diferencias que en los lenguajes normales. Considerando dos lenguajes de aproximadamente el mismo “nivel”, prácticamente cualquier lenguaje es mínimamente entendible.
Es decir, pongamos que yo solo sé Python y tú solo sabes JavaScript. Seguramente yo no sepa escribir tu código y tú no sepas escribir el mío. Pero seguramente yo sepa leer, a grandes rasgos, lo que hace tu código. Y lo mismo tú con el mío.
Esto es debatible. Donde no hay debate es en que si sabes programar en un lenguaje es mucho (mucho) más fácil aprender cualquier otro.
La idea de la “estructura” de un programa es la misma para casi todos los lenguajes.
Por ello es importante que los niños aprendan al menos un lenguaje de programación desde pequeños. Les facilitará muchísimo conocer nuevos lenguajes de programación en cualquier momento de su vida.
2. LOS NIÑOS APRENDEN MEJOR Y MÁS RÁPIDO.
Este punto es doble. Por una parte, los niños tienen una facilidad para aprender mucho mayor. Encima, han nacido en un mundo en el que todo es tecnología. Les suena el “idioma”.
Enseñar programación a estos niños es más fácil que a generaciones anteriores. Encima, es mucho más fácil y divertida de aplicar en sus propios video-juegos, juguetes y robots.
En pocos meses los niños dominan la base de la programación. Todo lo que queda es enseñarle técnicas y detalles para hacerlos más eficaces creando lo que quieren.
Además, por otra parte, aprender a pensar ordenadamente, con lógica, para llevar adelante, les hace mejores estudiantes en general. Les interesará más la física y las matemáticas, porque pueden aplicarla para programar cosas más chulas. Pensarán con una lógica más sólida, necesaria para programar.
Estos niños serán percibidos como mejores estudiantes, y eso se reflejará en unas asignaturas más y en otras menos. Pero en general, el impacto será positivo.
3. LOS NIÑOS DEJAN DE SER CONSUMIDORES PASIVOS.
Porque los niños se hayan criado en un entorno tecnológico, pensamos que ya son expertos…
Esto no es así.
Son expertos en el sentido de que lo ven como algo normal. Hay ciertos aspectos de usabilidad que son comunes a la mayoría de aparatos tecnológicos de éxito. Por ejemplo, todos los teléfonos móviles tienen un funcionamiento bastante parecido. Todas las páginas webs tienen un menú de navegación y distintas páginas y artículos. Esta consistencia crea hábitos que a los mayores les pueden parecer muy avanzados cuando no lo son.
La tecnología que reciben los niños es, en su mayoría, de consumo. Son productos que no había hace 10, 20, 50 años. Pero no dejan de ser productos que usan miles de millones de personas. Los usuarios no dejan de tener un rol pasivo.
Hay una gran diferencia entre usar una máquina y entenderla “por dentro”.
Al entender cómo funciona una máquina, se interesan por ella. Aprenden más de ella. Con el tiempo, consiguen dominarla.
Los niños que dominan la tecnología:
- Siguen siendo consumidores, pero mucho más sabios.
- Pueden pasar a ser creadores en cualquier momento.
Lo que nos lleva al siguiente punto:
4. LOS NIÑOS PASAN A SER CREADORES.
Los niños que entienden la tecnología “desde dentro”, como los fantásticos alumnos de Playcode 🙂 son creadores.
No solo son mucho más sabios consumidores de tecnología.
Se pueden permitir el lujo (y la gran diversión) de crear nuevas tecnologías que consumirán ellos mismos, y otros.
Por ejemplo, pueden:
- Montar sus propios robots
- Diseñar y programar páginas web
- Programar sus propios videojuegos
- Modificar videojuegos para hacerlos más divertidos
- Crear, diseñar y vender aplicaciones para móvil
- Crear soluciones software y hardware que hagan la vida más fácil, cómoda o placentera.
Y un sinfín más de posibilidades.
Los niños que saben programar están en una posición privilegiada con respecto a los demás. Cada uno es un mundo, nada es blanco o negro. Cada cual tiene sus intereses y eso es bueno.
Solo recordamos que el mundo es cada vez más y más “tecnológico” (si es que alguna vez no lo ha sido), y ésta es la forma de estar al día. Los niños aprenden a programar muy rápido.
Sería bueno que supieran programar mínimamente. Desarrollar tecnología. Tanto la niña que quiere ser ingeniero informático, como el chico que quiere ser bailarín. En el futuro, ambos se beneficiarán de ello.
Crear tus propias ideas es mucho más satisfactorio que usar las de otros. ¿No es así?
5. LOS NIÑOS APRENDEN A TRADUCIR SUS IDEAS AL “MUNDO REAL”.
Cuando un niño sabe programar y pasa a ser creador de tecnología, encuentra una forma de hacer sus ideas “tangibles”.
Entrecomillo “tangibles”, porque en muchos casos, hablamos de aplicaciones, webs, software, etc. que es virtual.
Pero un robot, por ejemplo, no es nada virtual. Es una máquina que realiza una función. Y si la hace bien, puede ser muy útil.
En cualquier caso, en el mundo real y en el virtual, aplicaciones y robots nos hacen la vida más fácil y más divertida.
Si un niño tiene una idea y sabe programación, puede programar un juego que exprese esa idea. Puede modelar su idea en 3D y darle forma con una impresora 3D. Puede buscar piezas (o de nuevo, imprimirlas 3D), formar un robot y “darle vida” a través de la programación.
Con esto no digo que todos los niños tengan que desarrollar el próximo Robocop. Cada uno es un mundo y hay que permitirle expresar sus propias ideaslibremente. Una niña querrá crear una web de un tema que le encanta. Otro niño querrá imprimir en 3D un juguete que no encuentra. Y otro chico querrá hacer su propia versión de su videojuego favorito.
6. PROGRAMAR ES RESOLVER PROBLEMAS… ¡DIVERTIDOS!
Al programar, te enfrentas al espacio de código en blanco. Tienes un objetivo, conseguir que mi programa o robot haga eso que quiero.
¿Cómo lo haré?
Normalmente, hay muchas formas de conseguir lo mismo programando.
Los niños, a base de prueba y error, van tomando experiencia en resolver problemas.
Los entornos de programación están pensados para indicarte dónde te has equivocado. El programa que usas para programar te dice: “aquí hay un error”.
Programar sirve en bandeja el espíritu de mejora constante. Me equivoco y mejoro, mejoro, mejoro, hasta que me sale bien.
Si no te has equivocado, te dice: “en este paso del programa tu objetivo está a medio hacer, aquí se descontrola y en este otro paso, se va a pique.”
Esto es depurar un programa, e indirectamente, ayuda a los niños a pensar en mejores formas de llevar a cabo la idea que tienen.
Los niños ya están motivados por aquello que quieren conseguir. Si les animas, no pararán hasta conseguirlo.
7. PROGRAMAR AYUDA A PENSAR LÓGICA Y ESTRUCTURADAMENTE.
Para cualquiera que sepa programar, esto es tan obvio que no necesita explicación.
Los programas se desarrollan paso a paso. Haz esto. Luego haz esto otro 20 veces. Luego devuelve aquello.
Pero va más allá. Por ejemplo:
“Creo esta función aparte:
porque la voy a tener que usar 12 veces en distintas rutinas. Entonces es más eficiente y más limpio que copiarla 12 veces.
Pero hay una variable que usaré en todo el programa. La declararé “global” para poder acceder a ella en cualquier momento. Para no liarme, tengo que asegurar que su valor no se descontrola en ningún momento.
Ah, y también me vendría bien un algoritmo que ordene estos datos. Así mi robot sabrá qué hacer. Me pregunto si en Internet encontraré un algoritmo que haga lo mismo que el mío, pero más rápido y eficiente…”
Esta manera de pensar tan repelente tiene una ventaja. Es muy ordenada 🙂
Los niños no vayan por ahí diciendo “papá, mamá, ahora pienso más estructuradamente que antes, ¡qué bien!” Son procesos mentales internos que seguramente ni apreciemos. Pero creedme, o hablad con cualquiera que sepa programar; los beneficios de pensar así se trasladan a otras áreas.
8. PENSAMIENTO CRÍTICO.
Star Wars es una película y el cielo azul es un sonido.
La primera frase es cierta, y la segunda no. Unidas por la conjunción “y”, forman una frase falsa.
Si la segunda frase fuera “el piar de un pájaro es un sonido”, la segunda frase sería verdadera y la frase “total”, verdadera.
Este ejemplo, además de una tontería 🙂 sirve para ilustrar el pensamiento lógico de una forma muy evidente.
Programar es lógica. O mejor dicho, sin lógica, no hay programación.
Por otra parte, el pensamiento crítico y las habilidades retóricas, son lógica. O mejor dicho, sin lógica, no hay pensamiento crítico ni habilidades retóricas.
Al acostumbrarnos a dividir un problema global en pequeños fragmentos que analizamos y entendemos paso a paso, desarrollamos nuestras habilidades lógicas.
Como el punto anterior, el desarrollo de esto puede no ser evidente a primera vista. Pero está ahí y es muy claro para el niño que aprende.
Esto no es útil solo para el futuro profesional. Es útil para la vida.
Y hablando de utilidad…
9. PROGRAMAR Y DOMINAR LA TECNOLOGÍA ES ÚTIL.
- Si tienes un pequeño negocio y necesitas un programa que te calcule algo y te imprima el resultado.
- Si quieres montar una pequeña web sobre tu cantante favorito.
- Si quieres montar un negocio online para ayudar a pagarte los estudios o sacarte un dinero extra.
- Si quieres fabricar un aparato que no encuentras por ningún lado.
- Si quieres crear un robot que haga una función que solo tú necesitas.
Para todo ello, es necesario saber programar –o pagarle a alguien que sepa.
No estamos hablando de cosas extrañas. En Playcode, usamos un software propio (programado por nosotros) para asegurarnos de que los casi 6000 alumnos semanales reciben su clase sin problema.
Una amiga, tiene una web (un blog) sobre la música electrónica que le encanta. Donde además, se pone en contacto con más gente aficionada.
Yo mismo, tengo un pequeño negocio online que me da un dinero extra sin dedicarle mucho tiempo.
Todo esto y mucho más (cualquier cosa que se te ocurra) es posible si sabes cómo hacerlo. Empieza por tener un objetivo y averígualo.
10. PROGRAMAR SERÁ ES NECESARIO EN EL FUTURO PRESENTE.
Para finalizar, el más obvio de todos los motivos.
Programar es ya. Es hace tiempo, de hecho.
El que hace marketing y debe estar familiarizado con marketing digital; el médico que debe manejar un complicado programa; el ingeniero que debe controlar un mecanismo; el contable de una pequeña empresa que quiere automatizar un pequeño proceso; el bombero que quiere desarrollar una app en sus ratos libres; el administrativo fan de los drones…
El software es usado por todos, sin excepción, de una u otra forma. Desde niños hasta grandes corporaciones. No solo para el mundo “laboral” sino para el mundo “en general”.
Pero vayamos al origen, al momento de aprender.
Quizá hace 20 o 30 años no tanto. Pero hoy día, no hay excusa para no aprender a programar.
La programación es súper accesible para todo el mundo, en multitud de formas.
Los niños son los que más fácil lo tienen.
No necesitan comprar un pesado libro de 500 páginas con el que copiar ejemplos en un compilador a ver si funciona. Con lenguajes tipo Scratch, sencillos robots y divertidas apps, aprenden desde muy pequeños a programar.
Incluso los adultos que no tienen ni idea, se beneficiarán de esta entrada tan amable en la programación.
Pruébalo, y dinos qué tal. ¿A qué te gusta?
CONCLUSIÓN.
Entender la tecnología no tiene que ser una obsesión. Como siempre digo, es un medio para el fin que tú quieras.
Esa idea que tienes en mente. ¿Se puede desarrollar como un programa o en forma de máquina?
Eso que te gustaría hacer o tener, para divertirte, para ser más eficaz, para superarte. Solo tienes que aprender algo de programación. El resto es aplicarlo a tu idea. Eso te llevará a aprender a programar aún más. Sin estrés, ¡divirtiéndote! Motivado por eso que quieres conseguir.
Y por supuesto, quienes más se beneficiarán de esta relación tan sana con la programación, son los niños.
Así que… ¿Cuál es tu objetivo y qué programarás para conseguirlo? 😉